Phinbella- Lagrima de perdon

-NO PHINEAS NO ME DEJES! POR FAVOR, QUÉDATE CONMIGO.
-N-no te preocupes Isabella... estaré bien.
-NO PHINEAS!
Comenzó a cerrar los ojos, su cuerpo se sentía más débil, no pude aguantar más y cerré los ojos.
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Abrí los ojos, lo único que pude observar fue la obscuridad. Me levante jadeando, toque mi frente y estaba llena de sudor.
-Tan.. solo fue... una pesadilla.
Mire el reloj que se encontraba en la mesa de noche, este indicaba que eran las: 4:45 am.
Me volví a acostar pero no pude volver a conciliar el sueño, aquel sueño fue tan real que tan solo el cerrar mis ojos me encuentro con la imagen de Phineas sangrando y eso es horrible. Lo único que hacia era voltear hacia el techo de mi cuarto, voltear para ver que hora era y volver a fijar la mirada al techo. Al fin decidí pararme de la cama, ir a baño y darme una ducha de agua tibia. El sentir el jabón con aquel aroma agradable tan solo hacia que me relajara y poco a poco no recordara el sueño.
Salí de bañarme, me vestí y procedí a prepararme el desayuno ya que mamá esta de viaje. Todavía recuerdo hace dos días cuando ella tenia miedo de dejarme sola, sigue creyendo que soy una niña aunque tenga 17 años, pero así son las madres.
Me prepare algo sencillo pero que no llenara tanto ya que no tenia tanta hambre. Termine mi desayuno y cuando ya me iba a salir un escalofrío recorrió cada parte de mi cuerpo, tenia un miedo pero no sabía de que, tal ves del sueño que tuve.
- Presiento que este día no sera como todos los demás.
Y con esas palabras salí de la casa y cerré la puerta.
Continuara...